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Descargar PDF GratisEl mundo del Coleccionismo Retro Informático está viviendo una etapa de fervor creciente. Pequeñas placas, chasis metálicos, interruptores y circuitos ahora pueden valer cifras que parecen propias de arte. En este artículo analizaremos los ordenadores personales antiguos que alcanzaron precios estratosféricos en subastas reales. Veremos qué los hace tan especiales y por qué coleccionistas dispuestos pagan tanto por ellos.
Al hablar de estos equipos, conviene tener presente que su valor depende de muchos factores: el estado físico, si funcionan, si tienen su embalaje original, si traen accesorios raros o documentación, o incluso si pertenecieron a personajes destacados. El ranking que sigue se basa en registros verificables de ventas (o estimaciones razonables) de unidades funcionales o casi completas.
IMSAI 8080
Presentado en 1975, el IMSAI 8080 se convirtió en un emblema del auge de la microinformática temprana. Está basado en el microprocesador Intel 8080 y emplea el bus S‑100, compatible con los sistemas de expansión de la época. Aunque fue comercializado como una alternativa al Altair 8800, su diseño más robusto y modular le dio prestigio entre aficionados.
En subastas recientes se ha registrado un precio base estimado de unos 2.756 USD para una unidad completa y funcional. Un modelo con extras y en muy buen estado pudo llegar hasta 8.600 USD. También se reporta una unidad incompleta vendida por 1.666 USD.
Restauradores documentan cómo reconstruir estos equipos desde sus placas base, interruptores y documentos antiguos, lo que subraya cuán valoradas son estas piezas para los amantes del retro.
Sol‑20
El Sol‑20 nació alrededor de 1976 como un ordenador personal más “listo para usar” que muchos kits de su época. Su creador fue Lee Felsenstein, figura reconocida del mundo de la computación temprana, y una unidad completa se vendió por unos 2.960 USD, y otra con periféricos extra alcanzó 6.930 USD.
Este modelo no tiene tanta visibilidad pública como otros de la lista, lo que lo hace aún más deseado para ciertos coleccionistas. Al tratarse de unidades raras, el precio varía mucho según el estado físico, los accesorios y el funcionamiento.
Altair 8800
El Altair 8800 es considerado un pilar de la historia de la informática personal. Presentado en 1974 (kits ensamblables a partir de 1975), fue uno de los primeros microordenadores comerciales que generó interés masivo.
La fama del Altair viene también porque su anuncio en la revista Popular Electronics encendió el entusiasmo de aficionados que construían su propia máquina con los componentes.
En subastas documentadas se le ha asociado con precios de 6.700 USD (incluyendo componentes adicionales como módem y terminal Hitkit), y otras ventas entre 3.000 USD y 6.375 USD.
Commodore 65
El Commodore 65 es un caso peculiar: nunca se comercializó públicamente. Fue planeado como evolución del Commodore 64 con mejoras sustanciales de hardware, pero su producción quedó limitada. Algunas estimaciones indican que se fabricaron entre 50 y 200 unidades.
En 2015 se registró una venta confiable por 22.827 €. En sitios como eBay se mencionan precios entre 17.000 USD y 28.000 USD, aunque esas cifras suelen ser más especulativas. En el mundo del coleccionismo, el Commodore 65 es una de las piezas de más misticismo por su rareza.
Kenbak‑1
El Kenbak‑1 tiene un lugar especial: algunos lo consideran el primer ordenador personal comercial. Fue lanzado en 1971, diseñado como herramienta educativa, y su electrónica no se basaba en microprocesador, sino en lógica TTL.
La producción fue limitada: unas 40 unidades, según reportes. En 2015 una se vendió por 31.250 USD en el Reino Unido, y otra alcanzó 34.000 € en Alemania. Es una pieza codiciada por su valor histórico extremo.
Micral N
Desarrollado en Francia y presentado en 1973, el Micral N tiene reclamos potentes: algunos historiadores lo mencionan como el primer ordenador personal que empleó un microprocesador (el Intel 8008) para usos más allá de investigación industrial.
Una de las primeras unidades fabricadas se vendió por 50.000 € en 2017. En septiembre de 2024 se registró otra subasta por 106.000 USD. Estas cifras lo colocan entre los más caros de la lista.
Apple I
El Apple I no era un ordenador completo: era solo una placa base. Fue concebido en 1976 por Steve Wozniak y distribuido por Steve Jobs como el primer producto de Apple.
Con el paso del tiempo, unidades en estado casi original, con documentación y embalaje, han alcanzado cifras desorbitantes. En 2017 una unidad fue subastada por 110.000 €. La cifra más alta registrada, en 2014 en Nueva York, ronda 1.005.000 USD. Si consideramos esas ventas extremas, el Apple I puede rivalizar con cualquier obra de arte en valor.
Comparativa y aspectos clave
Para entender por qué estos ordenadores alcanzan cifras tan altas, conviene mirar algunos elementos comunes:
- Rareza: cuanto menos existan ejemplares, mayor es el valor.
- Condición de funcionamiento: unidades que aún arrancan o pueden repararse alcanzan precios más altos.
- Documentación y embalaje original: libros, manuales, cajas originales y accesorios suman mucho valor.
- Importancia histórica: máquinas clave en la evolución del PC suelen atraer más pujas.
- Relatos emocionales: historias personales, propietarios famosos o usos famosos pueden elevar el precio.
En el mundo del coleccionismo tecnológico, los precios van y vienen según el interés del momento, la oferta, el estado de los objetos y la comunidad de coleccionistas.
Resumen de Equipos y Conclusión
Ordenador | Año | Precio mínimo registrado | Precio máximo registrado |
---|---|---|---|
IMSAI 8080 | 1975 | USD 1,666 | USD 8,600 |
Sol-20 | 1976 | USD 800 | USD 6,930 |
Altair 8800 | 1975 | USD 3,000 | USD 6,700 |
Commodore 65 | 1990 aprox. | USD 17,000 | USD 28,000 |
Kenbak‑1 | 1971 | USD 31,250 | EUR 34,000 |
Micral N | 1973 | EUR 50,000 | USD 106,000 |
Apple I | 1976 | EUR 110,000 | USD 1,005,000 |
Estos siete ordenadores nos cuentan una historia fascinante de innovación, ambición y nostalgia tecnológica. Más allá de los ceros en las subastas, cada unidad representa un capítulo en la evolución de la informática. En las manos adecuadas, una placa con interruptores puede valer tanto como una pintura o una escultura.
Si tienes un ordenador antiguo en un trastero, no lo descartes: tal vez posees una joya que alguien estaría dispuesto a pagar miles o incluso cientos de miles de euros. Lo verdaderamente valioso no es solo el hardware, sino la memoria, el contexto y el relato que lo rodea. En el universo retro informático, cada resistencia, cada chip y cada led tienen su historia.